Un grupo de niños participó en una emotiva subasta de peluches que ellos mismos confeccionaron con el fin de recaudar fondos para ayudar a los animales. Este proyecto no solo fue una actividad creativa, sino también una lección de esfuerzo y solidaridad.
A lo largo del proceso, los niños enfrentaron desafíos al aprender a coser, especialmente con los nudos y las costuras. A pesar de la frustración inicial y algunos pequeños accidentes con las agujas, su motivación por ayudar a los animales nunca disminuyó. La profesora encargada del proyecto destacó la perseverancia de los niños, quienes demostraron que, aunque son pequeños, pueden lograr grandes cosas cuando tienen una meta clara y trabajan con dedicación.
El mensaje central del proyecto fue que la edad no es un obstáculo para alcanzar objetivos grandes. Los niños no solo aprendieron habilidades de costura, sino también valiosas lecciones sobre resiliencia, trabajo en equipo y el poder de la solidaridad.
La subasta fue un éxito tanto en la recaudación de fondos como en el impacto emocional que tuvo en los participantes. Los niños no solo contribuyeron a una causa noble, sino que también se llevaron consigo una experiencia que les dejó enseñanzas que los acompañarán siempre. La recaudación total de la subasta fue de 600 dólares y este dinero fue entregado el 20 de marzo.