Un abrazo de la “Tía Yoshi”
Conocida como “Tía Yoshi”, Jocelyn Flores es profesora de preescolar y trabaja con nosotros desde hace 8 años. Considera al Martim como un segundo hogar donde ha conocido a personas maravillosas de las cuales ha aprendido mucho y siente que, gracias a ellas, ha crecido mucho como persona. Le encanta seguir aprendiendo todos los días, buscar cosas nuevas todo el tiempo. Ama lo que hace, disfruta mucho su trabajo y le gusta venir acá.
Estudió educación inicial con mención en parvularia. Al principio le encantaba la medicina, pero luego de salir del colegio, encontró una nueva pasión: la educación, enfocándose especialmente en los niños chiquitos, ya que cree firmemente que el cambio del mundo comienza en ellos. Por lo que es tan importante para ella la educación inicial y empezar a cambiar el mundo desde ellos.
Lo que más le gusta del Martim es el ambiente en el que se trabaja, las personas y saber que viene a un lugar seguro donde tiene amigos, niños que la abrazan todos los días y que la hacen sentir como en un segundo hogar. El martim para ella es un lugar lindo, un lugar donde siempre se aprenden cosas nuevas. Lo que más le apasiona de ser profe es aprender de los niños y le encanta compartir su creatividad y un poco de su esencia. Disfruta que los niños siempre le enseñen cosas nuevas, considera que esto es una parte fundamental de su labor.
Le gustaría mucho cambiar la visión del preescolar, logrando que se le dé la importancia que realmente tiene, pues aquí se enseñan las bases para la vida, todo lo que una persona necesita para vivir.
La “Tía Yoshi” reflexiona sobre el impacto que la pandemia ha tenido en los niños y nos cuenta que antes de 2020 el control de las emociones por parte de los niños era más manejable, la pandemia los cambió en un modo en que les afectó sus capacidades sociales, sus capacidades para hacer amigos, el entender a los otros y la empatía. Ahora, en las clases, se ha vuelto mucho más importante trabajar en estos temas y prestar mucha más atención al área emocional de los niños, ya que no saben todo lo que pudieron pasar durante la pandemia. Por esto, “los profesores nos volvemos un apoyo para los más chiquitos y un lugar seguro para ellos”, ya que sus necesidades no son las mismas que antes, de alguna manera los niños solían estar acostumbrados a compartir con otros niños, ya que muchos venían de guarderías donde se rodeaban de más personas. Los niños de ahora no vienen de guarderías, vienen desde casa y por eso se dan todos estos conflictos.
Lo que más le ha marcado como profe es el hecho de que a los niños se les va de manera espontánea decirle “mamá” a los profes, le encanta ver como hasta ellos mismos se sorprenden de lo que dicen. Eso le hace sentir “todo el cariño que ellos tienen por ti y la confianza que tienen contigo y que eso no es algo que se te sale con cualquier persona”; le gusta saber que los niños tienen esa confianza y cariño al punto de decirles “mami” o “mamá”. Son momentos super lindos y especiales para la “Tía Yoshi”.
Lo que más le ha gustado de este año es el cambio en la metodología de enseñanza, ya que, aunque antes tenían una metodología sensorial que involucra muchos juegos con los niños, ahora están usando la metodología de jugos simbólicos, lo que les ha permitido trabajar más destrezas y les ha ayudado mucho en su desarrollo. No les limita, les abre muchas puertas y es algo favorable tanto para los niños como para las profes.
¿Qué mensaje quisiera dejar a las futuras generaciones?
Le encantaría que los niños disfruten de cada etapa de sus vidas, que no aceleren procesos y que siempre los niños sean niños, que sean amados y respetados, que siempre estén rodeados de amor, que amen y sean amados y que más que nada sean niños felices.